Despido: reclama tus derechos como trabajador

Si reclamas en caso de un despido tienes muchas oportunidades de ganar y obtener la indemnización económica justa, que te corresponde como trabajador

Tipos de despido e indemnizaciones

En una relación laboral, por regla general, el empleador tiene la potestad de despedir al trabajador. El despido puede ser disciplinario (es decir, con justa causa), objetivo (cuando median ciertos motivos económicos o técnicos) o improcedente (esto es, cuando no hay causa justa).

La gran diferencia es que en el despido disciplinario el trabajador no tiene derecho a indemnización, mientras que si es objetivo le corresponden 20 días por año de servicio, y si es improcedente, 33 días por año de servicio posteriores al 12 de febrero de 2012 (y 45 días por los años de servicios anteriores a esa fecha).

Por estos motivos, suele ocurrir que el empresario alegue que el despido es disciplinario para tratar de “ahorrarse” la indemnización. En algunos casos, por desconocimiento, el trabajador acepta el finiquito sin realizar ningún tipo de reclamo.

Errores en el despido disciplinario

Lo cierto es que el despido disciplinario debe reunir una serie de requisitos, como la explicación detallada y demostrable de las supuestas faltas del trabajador, su encuadramiento dentro de las causas de despido contempladas en el Estatuto de los Trabajadores y en el Convenio Colectivo aplicable, que se la haya dado al trabajador la posibilidad de realizar alegaciones, etc.

En otras palabras, un gran porcentaje de los despidos “disciplinarios” son declarados improcedentes por los juzgados, al no cumplir dichos requisitos, por lo que el empresario tiene la obligación o de reinstalar al trabajador en su puesto y pagar los llamados salarios de tramitación, o de pagar la indemnización a que hemos hecho referencia, a su elección.

Incluso, si el despido es declarado nulo (en determinados casos en los que se han violado derechos constitucionales del trabajador), el empleador está obligado a restablecer al trabajo en su cargo y al pago de los salarios de tramitación, sin que le sea posible optar por el pago de la indemnización.

Por ese motivo, es evidente que al trabajador le conviene, si es despedido, reclamar la indemnización por despido improcedente.

La papeleta de conciliación

Dicha reclamación implica, antes de demandar ante los juzgados, que intente una conciliación obligatoria, la llamada popularmente “papeleta de conciliación”. Mi experiencia personal es que la mayoría de las empresas prefieren llegar a un acuerdo durante la reunión de conciliación, lo que evita tener que ir a juicio.

Recuerda que tienes 20 días hábiles en total para solicitar la conciliación y, si esta no resulta en un acuerdo, para presentar la correspondiente demanda.

Para ello te recomendamos te asesores con un abogado que conozca del tema.

Personalmente he asesorado y asistido a un número importante de trabajadores, con muy buenos resultados.

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